lunes, 12 de marzo de 2012

España un gran Plato

Como señalan los autores del libro Cine español en cien películas (2002), Miguel Ángel Barroso y Fernando Gil Delgado, «la historia del cine español es parte integrante de la historia del siglo XX y no un simple "adorno cultural"... la cronología de nuestro cine es parte de la historia de nuestro país». En efecto el cine es un espejo de la realidad y de la sociedad de la época en que fue realizado.

A pesar de que existe documentación que indica que existieron anteriores rodajes de películas, no se conserva otra más antigua que la rodada en 1899 “Salida de la Misa de doce del Pilar de Zaragoza” de Eduardo Jimeno Correas, que con su padre Eduardo Jimeno Peromarta, adquirió una cámara en la fábrica de los Lumiere en Lyon. Aun así, esto es solamente una especulación, puesto que muchas son las ciudades que reclaman haber sido el primer plató de cine en territorio español. Se considera, por lo tanto, a “Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza” como la primera película rodada en España, pues es la más antigua que se conserva en la filmoteca.

A comienzos del siglo XX, eran muchos los fotógrafos, pintores y artesanos los interesados en desarrollar su actividad laborar a través de esta nueva mezcla de tecnología y arte. Enmarcados en un escenario de analfabetismo e incultura de la ciudadanía española, se comenzó a idear productos que sirvieran de atracción a los espectadores y así poder llegar a través de las imágenes, tal como se hizo con la pintura, al mayor número de personas.

Hubo dos capitales cinematográficas claras en España a principios del siglo pasado: Barcelona y Valencia. Barcelona es el foco principal durante varios años de la cinematografía española y Valencia fue hasta 1914 la segunda capital más importante del cine, gracias a la productora Casa Cuesta, cuyo dueño era Antonio Cuesta, propietario de una droguería. Las droguerías eran en ocasiones laboratorios de revelado y muchos de sus dueños eran también fotógrafos. Es el caso de Cuesta, que además vendía fonógrafos. Cuesta establece un laboratorio de revelado de películas a cuyo frente coloca a uno de los cineastas más importantes en esta época en Valencia,
Ángel García Cardona, que anteriormente había sido fotógrafo. Cuesta se especializó en documentales, casi todos de tauromaquia (60%). Para la casa Cuesta trabajan muchos cineastas.

Además de la productora Casa Cuesta, en Valencia, destacan las productoras catalanas Hispano Films, Barcinógrafo y Studio Films. Hispano Films fue fundada por Ricardo Baños y Albert Marro, el productor español más importante debido a sus conocimientos y dominio de los idiomas. Barcinógrafo fue fundada entre otros por Adrià Gual, pintor, ilustrador y poeta del s. XIX. Gual pretendía adaptar al cine las grandes obras literarias y teatrales, a imagen y semejanza de la productora francesa Film Art, para que fueran interpretadas y dirigidas por gente del teatro y que así la gente, sobretodo las clases altas, apreciaran el cine y lo valoraran, dándole prestigio. Adrià Gual abandonó la productora porque no se sentía identificado con lo que se estaba realizando.
Entre los cineastas que lograron tener continuidad en el mundo del cine destacan: Segundo de Chamón, Eduardo Cano y Fructuós Gelabert, junto con los hermanos Baños.
El segundo puesto en importancia sigue siendo para Valencia, gracias a Maximiliano Thous, un asturiano periodista, escritor, dramaturgo y político nacionalista valenciano. Thous se convirtió en toda una figura pública de la sociedad valenciana. En 1923 funda la PACE: Producciones Artísticas Cinematográficas Españolas, donde empieza haciendo adaptaciones de zarzuelas tanto ajenas como propias. Sus películas son muy caras y no resultan rentables pese a su éxito. Entre 1923 y 1926 se centra en realizar cortos documentales, documentales que ensalzan las instituciones valencianas y sus labores. Destacan sus adaptaciones de zarzuelas realizadas en la
PACE La fiesta de las muñecas (1916), El milagro de las flores (1918), La bruja (1923), La Dolores (1924), La alegría del batallón (1924), Nit d’albaes (1925) y Moros y Cristianos (1926). Sus películas de ficción tienen éxito porque intenta crear un star system valenciano copiando el cine clásico americano, como es el caso de la actriz Anita Giner.

En el periodo de la IIª República, a pesar de su corta vida, la mejora de las condiciones laborales de la ciudadanía hizo que ésta tuviera mayor tiempo libre e interés en invertir en cultura y, por lo tanto, en cine. Existió una fuerte motivación por parte de la ciudadanía y de los empresarios en desarrollar el cine como vehículo de diversión y arte. Motivación que fue frenada con el comienzo de la Guerra Civil y condenada a los largo de la dictadura franquista a una función panfletaria y de
servicio del régimen (véase el NO DO como un claro ejemplo de ello), con un fuerte recorte del derecho a la libertad de expresión a través de la censura. Además, no se defendió el cine como vehículo cultural ni económico promovido por la industria española, sino que a lo largo del siglo España fue un país que sirvió de escenario de grandes producciones, sobre todo estadounidenses, e italianas con conocidos spaghetti western. Este hecho, hizo que España se convirtiera en un espacio recurrente para los rodajes cinematográficos, gracias a la variedad de localizaciones naturales, históricas y buenas condiciones medioambientales, dejando muchas veces en segundo plano las obras de creadores españoles con prestigio, incluso internacional, como Buñuel.

España, se convirtió desde entonces, hasta nuestros días, en un recurrente plató de cine para la industria de Hollywood, gracias a sus condiciones naturales e históricas. Orgullo y Pasión, 55 días en Pekín, Patton, La caída del Imperio Romano, Salomón y la reina de Saba, El Cid, Conan el Bárbaro, Muere otro día, Misión imposible, El reino de los cielos, Vicky Cristina, Barcelona, El Perfume,... son ejemplos de rodajes que se han llevado a cabo en territorio español.
Fue la película Orgullo y Pasión, dirigida por Stanley Kramer en 1957 e interpretada por Cary Grant, Frank Sinatra y Sophia Loren, la primera gran producción de Hollywood que se rodó en España, en localidades como Segovia, El Escorial, Ávila, Puerto del Pico, Torrelaguna, Santiago de Compostela,... entre otras. Gracias al éxito de esta película, se abrió el camino para que la experiencia se volviese a repetir con otros rodajes. Entonces, España se convirtió durante 6 años en una sucursal de Hollywood: "Alejandro el Grande” (Robert Rossen) y "Orgullo y pasión" (Stanley Kramer). "Alejandro el Grande" o "Alejandro Magno" estaba protagonizada por Richard
Burton y aunque consiguió rentabilizar el dinero invertido, fue un auténtico despilfarro de medios técnicos y humanos. Por su parte, Stanley Kramer, para dirigir "Orgullo y pasión", se entrevistó previamente con Franco para que le facilitara la logística adecuada al ingente número de extras que participarían en el film junto a Cary Grant, Sophia Loren o Frank Sinatra, al que, por cierto, no le gustaba demasiado España. Fue precisamente el mismo año del estreno de "Orgullo y pasión" (1957) cuando Samuel Bronston aterriza en España.
Samuel Bronston (en la foto junto a Ava Gardner y Charlton Heston) , productor independiente, fue el responsable de que España contara con un pseudo Hollywood tan increíble como efímero en Las Rozas (Madrid) entre los años 1958 y 1964. A él le debemos 6 películas rodadas íntegramente aquí con su personal y megalómano sello: "El Capitán Jones" (John Farrow, 1959), "Rey de Reyes" ( Nicholas Ray, 1961),
"El Cid" (Anthony Mann, 1961), "55 días en Pekín" (Nicholas Ray, 1963), "La caída del Imperio Romano" (Anthony Mann, 1964) y "El fabuloso mundo del circo" (Henry Hathaway, 1964).
En los años 50 multitud de empresas extranjeras tenían inmovilizados en España sus fondos porque no estaba permitido sacar por la aduana dinero. Esta política económica, que también se daba, por ejemplo, en Italia (de ahí los rodajes de "Quo Vadis" o "Ben Hur") obligaba a estas multinacionales a invertir en otros activos que les permitiera rentabilizar las ganancias. Digamos que ne se podían sacar de España 200 millones de pesetas pero sí 6 rollos de película. Además de las razones económicas, concurrían motivos sociales y laborales: mano de obra barata, muchas horas de luz para poder rodar, colaboración de las autoridades gubernamentales, posibilidad de decorados naturales miméticos y, sobre todo, la inexistencia de una organización sindical, lo que aseguraba rodajes sin sorpresas.

Con una carta de recomendación del Almirante Nimitz en la manga y el respaldo económico de la Dupont, Samuel Bronston llega a España y se entrevista con el entonces Almirante Carrero Blanco, el cual pone a disposición del productor toda la logística necesaria para comenzar su primer rodaje. Nace, en ese momento, una estrecha colaboración entre el régimen y Producciones Bronston que culminaría con la concesión de la encomienda de Isabel La Católica.

Bronston construye un "mini Hollywood" en Las Rozas que pasará a la historia por las magnitudes de sus decorados. Para ello se contrataron a carpinteros, pintores, modistas, azafatas, artesanos, escayolistas... En su momento álgido, coincidiendo con el éxito en taquilla de "El Cid", Bronston llegó a tener en nómina a más de 3.000 personas sin contar a los extras que, para esta producción, fueron 3.500 ciudadanos más 2.400 soldados del ejército de España. Además se contrató al responsable de crear la famosa carrera de cuadrigas de "Ben Hur" y a multitud de asesores (con todo, tras el estreno de la película, los historiadores pusieron el grito en cielo). De este modo, el empeño de Bronston por hacer de su productora una de las más poderosas de la industria del cine consiguió hacer sombra a las mismísimas RKO y MGM en cuanto a número de nóminas. Los decorados de " La caída del Imperio Romano" fueron los más grandes construidos hasta el momento, entrando, incluso, el el Libro Guiness. Para la recreación de la Roma imperial 1.100 obreros estuvieron contratados durante 7 meses para terminar las obras de una producción que costaría 28 millones de dólares y por la que Sophia Loren cobraría 1 millón. La leyenda urbana cuenta que durante el rodaje de "55 días en Pekín" los restaurantes chinos de toda España se quedaron sin personal para poder participar en la película. Para "El fabuloso mundo del circo" se recreó un circo completo y se secó el estanque de El Retiro además de hundirse un barco en el puerto de Barcelona. Para "El Capitán Jones" Bronston consiguió por primera vez en nuestra historia que se pudiera rodar en el "Salón del Trono" de el Palacio Real para que Bette Davis diera vida a la Emperatriz Catalina La Grande.

A medida que el estudio crecía, llegaban a Madrid más y más estrellas atraídas, como John Wayne, Rita Hayworth, Charlon Heston, Sophia Loren, Bette Davis, Ava Gardner, Omar Shariff, David Niven, Alec Guiness, Mel Ferrer, James Manson... ocupaban las suites del Castellana Hilton y otros hoteles madrileños. Junto a ellos, como no podía ser de otra forma, la prensa nacional y extranjera, por lo que la colaboración Franco-Bronston funcionaba y el beneficio era bidireccional:
la productora contaba con todas las facilidades para realizar sus películas y España, a cambio, proyectaba su imagen por el mundo como un maravilloso destino turístico. Además, Bronston comprometió con el régimen la realización de varios documentales encaminados a ensalzar los valores patrios.

"Producciones Bronston" traía todo su equipo técnico de Estados Unidos. No obstante, algunos técnicos y actores y actrices españoles consiguieron hacerse un hueco entre la extensa plantilla de Bronston. Por poner sólo dos ejemplos, el ganador de 2 oscars Gil Parrondo trabajó en la dirección artística de la productora. Carmen Sevilla por su parte, fue, sin duda, la actriz más beneficiada al interpretar el papel de María Magdalena en "Rey de Reyes".

El equipo de guionistas que trabajaba a las órdenes de Bronston estaba capitaneado por Philip Yordan, autor del guión de "Johnny Guitar" (Nicholas Ray, 1954), aunque éste, más que a escribir, se dedicó a reclutar a multitud de guionistas que estaban huyendo de la caza de brujas acusados de comulgar con el comunismo. Por ello, no sería extraño encontrar entre el equipo de guionistas nombres como los de Ben Hecht (El Capitán Jones) o Ray Bradbury aunque, eso sí, no quedarían acreditados por temor a represalias. Con todo, la labor de los guionistas fue, en muchos casos, un auténtico infierno. Las primeras estrellas (Wayne, Heston, Loren) solían ir acompañadas de "guionistas de cámara" que se encargaban de adaptar los textos al gusto del actor.

Para las bandas sonoras Bronston mantuvo su ambición. Max Steiner o Miklós Rózsa fueronalgunos de los encargados de poner música a las faraónicas producciones que se estaban haciendo en España.

Sin duda alguna, Bronston había alcanzado la cumbre con "El Cid". Pero como toda empresa efímera, el Hollywood español llegó a su fin. Tras los relativos fracasos internacionales de "55 días en Pekín" y "La caída del Imperio Romano", el batacazo absoluto de "El fabuloso mundo del circo"(1964) supuso el tiro de gracia para Producciones Bronston y el comienzo de la quiebra. La política financiera que auspiciaba la realización de producciones norteamericanas en suelo español había cambiado y las cuentas que Bronston tenía que saldar con la Dupont no salían, por
lo que la guerra fue declarada. Los bancos comenzaron a perseguirlo y los juicios se sucedieron uno tras otro. Con todo, ya fuera por honradez ya fuera por inteligencia, no se encontró una sola cuenta bancaria con el nombre de Bronston. Lo que sí se encontró fue la relación exacta de todos y cada uno de los gastos realizados a lo largo de los años por la productora, desde nóminas hasta regalos, pero jamás una cuenta personal en un banco.

Aunque en 1971 Broston trató de levantar su imperio buscando financiación para realizar "Isabel la Católica" y cumplir así la promesa que le había hecho al régimen, no lo consiguió. Regresó de nuevo a EE.UU donde falleció en 1.994. Sus cenizas descansan en el cementerio de "Las Rozas", al lado de donde levantó su particular versión de Hollywood. Cuando le concedieron la encomienda de Isabel La Católica dijo "incluso me sentía cohibido por la atención que me prestaban".

A pesar de que desde entonces no hay industria hollywodiense en España, si se han repetido rodajes de superproducciones o co-producciones con productoras españolas, como el claro ejemplo del éxito internacional de Amenabar “Los otros”.

La última gran producción de Hollywood que se ha rodado en España, ha sido The Imposible (Lo imposible) protagonizada por la actriz australiana Naomi Watts junto a Ewan McGregor. Se ha rodado en Alicante, en el complejo cinematográfico Ciudad de la Luz, que actualmente se encuentra en momentos críticos llegando a poner su futuro en duda a través de un concurso de acreedores que se ha abierto desde el gobierno valenciano. “The Impossible” está dirigida por el director español Juan Antonio Bayona, y mostrará los devastadores efectos del tsunami que azotó el sudeste asiático en 2004, centrándose en lo ocurrido en Tailandia.

La última noticia que ha surgido con respecto a un próximo rodaje de una superproducción estadounidense en España, se refiere a Quentin Tarantino que tiene previsto rodar en territorio español su nueva película, un spaguetti western. La cinta llevaría por título “El Ángel, el Malo y el Sabio”, aunque no es definitivo, sí se sabe que Christoph Waltz es el único actor confirmado, con quien repetiría tras “Malditos bastardos”. No se sabe dónde se rodará, pero sí que será entre Italia y España, un claro homenaje a su admirado Sergio Leone.

Y hablando del mítico western, debemos hacer una mención especial a la provincia almeriense, siendo esta la que más rodajes cinematográficos internacionales. Almería contrajo un idilio con el cine a mediados del siglo XX cuando sus paisajes extremos, su tierra sedienta, su mar azul y sus llanuras esteparias se convirtieron en atrezzos de memorables western y en decorados para filmes de históricos y ciencia ficción. Almería, es una tierra alejada e imposible, lunar y dramática, de una extraña y sofocante belleza. Un escenario inigualable, una protagonista más en cientos de
películas que ha contado con personalidades desde Sam Spiegel, Alec Guinnes y Peter O'Toole para rodar “Lawrence de Arabia”, hasta Leone, David Lean, Spielberg, Clint Eastwood, Antonio Banderas, pasando por Claudia Cardinale, Raquel Welch o Penélope Cruz.
A continuación, un mapa con la distribución de localizaciones de las producciones cinematográficas más conocidas.

Escrito por: Raúl Useros Fernández

BIBLIOGRAFIA:
http://es.wikipedia.org/wiki/Cine_espa%C3%B1ol
http://blogs.terra.es/blogs/cine/archive/2011/03/03/espa-241-a-plat-243-de-cine-rodajesde-hollywood-en-suelo-patrio.aspx
Cine español en cien películas (2002), Miguel Ángel Barroso y Fernando Gil Delgado

No hay comentarios:

Publicar un comentario