Como
señalan los autores del libro Cine español en cien películas
(2002), Miguel Ángel Barroso y Fernando Gil Delgado, «la historia
del cine español es parte integrante de la historia del siglo XX y
no un simple "adorno cultural"... la cronología de nuestro
cine es parte de la historia de nuestro país». En efecto el cine es
un espejo de la realidad y de la sociedad de la época en que fue
realizado.
A
pesar de que existe documentación que indica que existieron
anteriores rodajes de películas, no se conserva otra más antigua
que la rodada en 1899 “Salida de la Misa de doce del Pilar de
Zaragoza” de Eduardo Jimeno Correas, que con su padre Eduardo
Jimeno Peromarta, adquirió una cámara en la fábrica de los Lumiere
en Lyon. Aun así, esto es solamente una especulación, puesto que
muchas son las ciudades que reclaman haber sido el primer plató de
cine en territorio español. Se considera, por lo tanto, a “Salida
de misa de doce del Pilar de Zaragoza” como la primera película
rodada en España, pues es la más antigua que se conserva en la
filmoteca.
A comienzos del siglo XX, eran muchos los fotógrafos, pintores y artesanos los interesados en desarrollar su actividad laborar a través de esta nueva mezcla de tecnología y arte. Enmarcados en un escenario de analfabetismo e incultura de la ciudadanía española, se comenzó a idear productos que sirvieran de atracción a los espectadores y así poder llegar a través de las imágenes, tal como se hizo con la pintura, al mayor número de personas.
Hubo
dos capitales cinematográficas claras en España a principios del
siglo pasado: Barcelona y Valencia. Barcelona es el foco principal
durante varios años de la cinematografía española y Valencia fue
hasta 1914 la segunda capital más importante del cine, gracias a la
productora Casa Cuesta, cuyo dueño era Antonio Cuesta, propietario
de una droguería. Las droguerías eran en ocasiones laboratorios de
revelado y muchos de sus dueños eran también fotógrafos. Es el
caso de Cuesta, que además vendía fonógrafos. Cuesta establece un
laboratorio de revelado de películas a cuyo frente coloca a uno de
los cineastas más importantes en esta época en Valencia,
Ángel
García Cardona, que anteriormente había sido fotógrafo. Cuesta se
especializó en documentales, casi todos de tauromaquia (60%). Para
la casa Cuesta trabajan muchos cineastas.
Además
de la productora Casa Cuesta, en Valencia, destacan las productoras
catalanas Hispano Films, Barcinógrafo y Studio Films. Hispano Films
fue fundada por Ricardo Baños y Albert Marro, el productor español
más importante debido a sus conocimientos y dominio de los idiomas.
Barcinógrafo fue fundada entre otros por Adrià Gual, pintor,
ilustrador y poeta del s. XIX. Gual pretendía adaptar al cine las
grandes obras literarias y teatrales, a imagen y semejanza de la
productora francesa Film Art, para que fueran interpretadas y
dirigidas por gente del teatro y que así la gente, sobretodo las
clases altas, apreciaran el cine y lo valoraran, dándole prestigio.
Adrià Gual abandonó la productora porque no se sentía identificado
con lo que se estaba realizando.
Entre
los cineastas que lograron tener continuidad en el mundo del cine
destacan: Segundo de Chamón, Eduardo Cano y Fructuós Gelabert,
junto con los hermanos Baños.
El
segundo puesto en importancia sigue siendo para Valencia, gracias a
Maximiliano Thous, un asturiano periodista, escritor, dramaturgo y
político nacionalista valenciano. Thous se convirtió en toda una
figura pública de la sociedad valenciana. En 1923 funda la PACE:
Producciones Artísticas Cinematográficas Españolas, donde empieza
haciendo adaptaciones de zarzuelas tanto ajenas como propias. Sus
películas son muy caras y no resultan rentables pese a su éxito.
Entre 1923 y 1926 se centra en realizar cortos documentales,
documentales que ensalzan las instituciones valencianas y sus
labores. Destacan sus adaptaciones de zarzuelas realizadas en la
PACE
La fiesta de las muñecas (1916), El milagro de las flores (1918), La
bruja (1923), La Dolores (1924), La alegría del batallón (1924),
Nit d’albaes (1925) y Moros y Cristianos (1926). Sus películas de
ficción tienen éxito porque intenta crear un star system valenciano
copiando el cine clásico americano, como es el caso de la actriz
Anita Giner.
En el periodo de la IIª República, a pesar de su corta vida, la mejora de las condiciones laborales de la ciudadanía hizo que ésta tuviera mayor tiempo libre e interés en invertir en cultura y, por lo tanto, en cine. Existió una fuerte motivación por parte de la ciudadanía y de los empresarios en desarrollar el cine como vehículo de diversión y arte. Motivación que fue frenada con el comienzo de la Guerra Civil y condenada a los largo de la dictadura franquista a una función panfletaria y de
servicio
del régimen (véase el NO DO como un claro ejemplo de ello), con un
fuerte recorte del derecho a la libertad de expresión a través de
la censura. Además, no se defendió el cine como vehículo cultural
ni económico promovido por la industria española, sino que a lo
largo del siglo España fue un país que sirvió de escenario de
grandes producciones, sobre todo estadounidenses, e italianas con
conocidos spaghetti western. Este hecho, hizo que España se
convirtiera en un espacio recurrente para los rodajes
cinematográficos, gracias a la variedad de localizaciones naturales,
históricas y buenas condiciones medioambientales, dejando muchas veces
en segundo plano las obras de creadores españoles con prestigio,
incluso internacional, como Buñuel.
España, se convirtió desde entonces, hasta nuestros días, en un recurrente plató de cine para la industria de Hollywood, gracias a sus condiciones naturales e históricas. Orgullo y Pasión, 55 días en Pekín, Patton, La caída del Imperio Romano, Salomón y la reina de Saba, El Cid, Conan el Bárbaro, Muere otro día, Misión imposible, El reino de los cielos, Vicky Cristina, Barcelona, El Perfume,... son ejemplos de rodajes que se han llevado a cabo en territorio español.
Fue
la película Orgullo y Pasión, dirigida por Stanley Kramer en 1957 e
interpretada por Cary Grant, Frank Sinatra y Sophia Loren, la primera
gran producción de Hollywood que se rodó en España, en localidades
como Segovia, El Escorial, Ávila, Puerto del Pico, Torrelaguna,
Santiago de Compostela,... entre otras. Gracias al éxito de esta
película, se abrió el camino para que la experiencia se volviese a
repetir con otros rodajes. Entonces, España se convirtió durante 6
años en una sucursal de Hollywood: "Alejandro el Grande”
(Robert Rossen) y "Orgullo y pasión" (Stanley Kramer).
"Alejandro el Grande" o "Alejandro Magno" estaba
protagonizada por Richard
Burton
y aunque consiguió rentabilizar el dinero invertido, fue un
auténtico despilfarro de medios técnicos y humanos. Por su parte,
Stanley Kramer, para dirigir "Orgullo y pasión", se
entrevistó previamente con Franco para que le facilitara la
logística adecuada al ingente número de extras que participarían
en el film junto a Cary Grant, Sophia Loren o Frank Sinatra, al que,
por cierto, no le gustaba demasiado España. Fue precisamente el
mismo año del estreno de "Orgullo y pasión" (1957) cuando
Samuel Bronston aterriza en España.
Samuel
Bronston (en la foto junto a Ava Gardner y Charlton Heston) ,
productor independiente, fue el responsable de que España contara
con un pseudo Hollywood tan increíble como efímero en Las Rozas
(Madrid) entre los años 1958 y 1964. A él le debemos 6 películas
rodadas íntegramente aquí con su personal y megalómano sello: "El
Capitán Jones" (John Farrow, 1959), "Rey de Reyes" (
Nicholas Ray, 1961),
"El
Cid" (Anthony Mann, 1961), "55 días en Pekín"
(Nicholas Ray, 1963), "La caída del Imperio Romano"
(Anthony Mann, 1964) y "El fabuloso mundo del circo" (Henry
Hathaway, 1964).
En
los años 50 multitud de empresas extranjeras tenían inmovilizados
en España sus fondos porque no estaba permitido sacar por la aduana
dinero. Esta política económica, que también se daba, por ejemplo,
en Italia (de ahí los rodajes de "Quo Vadis" o "Ben
Hur") obligaba a estas multinacionales a invertir en otros
activos que les permitiera rentabilizar las ganancias. Digamos que ne
se podían sacar de España 200 millones de pesetas pero sí 6 rollos
de película. Además de las razones económicas, concurrían motivos
sociales y laborales: mano de obra barata, muchas horas de luz para
poder rodar, colaboración de las autoridades gubernamentales,
posibilidad de decorados naturales miméticos y, sobre todo, la
inexistencia de una organización sindical,
lo que aseguraba rodajes sin sorpresas.
Con
una carta de recomendación del Almirante Nimitz en la manga y el
respaldo económico de la Dupont, Samuel Bronston llega a España y
se entrevista con el entonces Almirante Carrero Blanco, el cual pone
a disposición del productor toda la logística necesaria para
comenzar su primer rodaje. Nace, en ese momento, una estrecha
colaboración entre el régimen y Producciones Bronston que
culminaría con la concesión de la encomienda de Isabel La Católica.
Bronston
construye un "mini Hollywood" en Las Rozas que pasará a la
historia por las magnitudes de sus decorados. Para ello se
contrataron a carpinteros, pintores, modistas, azafatas, artesanos,
escayolistas... En su momento álgido, coincidiendo con el éxito en
taquilla de "El Cid", Bronston llegó a tener en nómina a
más de 3.000 personas sin contar a los extras que, para esta
producción, fueron 3.500 ciudadanos más 2.400 soldados del ejército
de España. Además se contrató al responsable de crear la famosa
carrera de cuadrigas de "Ben Hur" y a multitud de asesores
(con todo, tras el estreno de la película, los historiadores
pusieron el grito en cielo). De este modo, el empeño de Bronston por
hacer de su productora una de las más poderosas de la industria del
cine consiguió hacer sombra a las mismísimas RKO y MGM en cuanto a
número de nóminas. Los decorados de " La caída del Imperio
Romano" fueron los más grandes construidos hasta el momento,
entrando, incluso, el el Libro Guiness. Para la recreación de la
Roma imperial 1.100 obreros estuvieron contratados durante 7 meses
para terminar las obras de una producción que costaría 28 millones
de dólares y por la que Sophia Loren cobraría 1 millón. La leyenda
urbana cuenta que durante el rodaje de "55 días en Pekín"
los restaurantes chinos de toda España se quedaron sin personal para
poder participar en la película. Para "El fabuloso mundo del
circo" se recreó un circo completo y se secó el estanque de El
Retiro además de hundirse un barco en el puerto de Barcelona. Para
"El Capitán Jones" Bronston consiguió por primera vez en
nuestra historia que se pudiera rodar en el "Salón del Trono"
de el Palacio Real para que Bette Davis diera vida a la Emperatriz
Catalina La Grande.
A
medida que el estudio crecía, llegaban a Madrid más y más
estrellas atraídas, como John Wayne, Rita Hayworth, Charlon Heston,
Sophia Loren, Bette Davis, Ava Gardner, Omar Shariff, David Niven,
Alec Guiness, Mel Ferrer, James Manson... ocupaban las suites del
Castellana Hilton y otros hoteles madrileños. Junto a ellos, como no
podía ser de otra forma, la prensa nacional y extranjera, por lo que
la colaboración Franco-Bronston funcionaba y el beneficio era
bidireccional:
la
productora contaba con todas las facilidades para realizar sus
películas y España, a cambio, proyectaba su imagen por el mundo
como un maravilloso destino turístico. Además, Bronston comprometió
con el régimen la realización de varios documentales encaminados a
ensalzar los valores patrios.
"Producciones
Bronston" traía todo su equipo técnico de Estados Unidos. No
obstante, algunos técnicos y actores y actrices españoles
consiguieron hacerse un hueco entre la extensa plantilla de Bronston.
Por poner sólo dos ejemplos, el ganador de 2 oscars Gil Parrondo
trabajó en la dirección artística de la productora. Carmen Sevilla
por su parte, fue, sin duda, la actriz más beneficiada al
interpretar el papel de María Magdalena en "Rey de Reyes".
El
equipo de guionistas que trabajaba a las órdenes de Bronston estaba
capitaneado por Philip Yordan, autor del guión de "Johnny
Guitar" (Nicholas Ray, 1954), aunque éste, más que a escribir,
se dedicó a reclutar a multitud de guionistas que estaban huyendo de
la caza de brujas acusados de comulgar con el comunismo. Por ello, no
sería extraño encontrar entre el equipo de guionistas nombres como
los de Ben Hecht (El Capitán Jones) o Ray Bradbury aunque, eso sí,
no quedarían acreditados por temor a represalias. Con todo, la labor
de los guionistas fue, en muchos casos, un auténtico
infierno. Las primeras estrellas (Wayne, Heston, Loren) solían ir
acompañadas de "guionistas de cámara" que se encargaban
de adaptar los textos al gusto del actor.
Para las bandas sonoras Bronston mantuvo su ambición. Max Steiner o Miklós Rózsa fueronalgunos de los encargados de poner música a las faraónicas producciones que se estaban haciendo en España.
Sin duda alguna, Bronston había alcanzado la cumbre con "El Cid". Pero como toda empresa efímera, el Hollywood español llegó a su fin. Tras los relativos fracasos internacionales de "55 días en Pekín" y "La caída del Imperio Romano", el batacazo absoluto de "El fabuloso mundo del circo"(1964) supuso el tiro de gracia para Producciones Bronston y el comienzo de la quiebra. La política financiera que auspiciaba la realización de producciones norteamericanas en suelo español había cambiado y las cuentas que Bronston tenía que saldar con la Dupont no salían, por
lo
que la guerra fue declarada. Los bancos comenzaron a perseguirlo y
los juicios se sucedieron uno tras otro. Con todo, ya fuera por
honradez ya fuera por inteligencia, no se encontró una sola cuenta
bancaria con el nombre de Bronston. Lo que sí se encontró fue la
relación exacta de todos y cada uno de los gastos realizados a lo
largo de los años por la productora, desde nóminas hasta regalos,
pero jamás una cuenta personal en un banco.
Aunque
en 1971 Broston trató de levantar su imperio buscando financiación
para realizar "Isabel la Católica" y cumplir así la
promesa que le había hecho al régimen, no lo consiguió. Regresó
de nuevo a EE.UU donde falleció en 1.994. Sus cenizas descansan en
el cementerio de "Las Rozas", al lado de donde levantó su
particular versión de Hollywood. Cuando le concedieron la encomienda
de Isabel La Católica dijo "incluso me sentía cohibido por la
atención que me prestaban".
A
pesar de que desde entonces no hay industria hollywodiense en España,
si se han repetido rodajes de superproducciones o co-producciones con
productoras españolas, como el claro ejemplo del éxito
internacional de Amenabar “Los otros”.
La
última gran producción de Hollywood que se ha rodado en España, ha
sido The Imposible (Lo imposible) protagonizada por la actriz
australiana Naomi Watts junto a Ewan McGregor. Se ha rodado en
Alicante, en el complejo cinematográfico Ciudad de la Luz, que
actualmente se encuentra en momentos críticos llegando a poner su
futuro en duda a través de un concurso de acreedores que se ha
abierto desde el gobierno valenciano. “The Impossible” está
dirigida por el director español Juan Antonio Bayona, y mostrará
los devastadores efectos del tsunami que azotó el sudeste asiático
en 2004, centrándose en lo ocurrido en Tailandia.
La
última noticia que ha surgido con respecto a un próximo rodaje de
una superproducción estadounidense en España, se refiere a Quentin
Tarantino que tiene previsto rodar en territorio español su nueva
película, un spaguetti western. La cinta llevaría por título “El
Ángel, el Malo y el Sabio”, aunque no es definitivo, sí se sabe
que Christoph Waltz es el único actor confirmado, con quien
repetiría tras “Malditos bastardos”. No se sabe dónde se
rodará, pero sí que será entre Italia y España, un claro homenaje
a su admirado Sergio Leone.
Y
hablando del mítico western, debemos hacer una mención especial a
la provincia almeriense, siendo esta la que más rodajes
cinematográficos internacionales. Almería contrajo un idilio con el
cine a mediados del siglo XX cuando sus paisajes extremos, su tierra
sedienta, su mar azul y sus llanuras esteparias se convirtieron en
atrezzos de memorables western y en decorados para filmes de
históricos y ciencia ficción. Almería, es una tierra alejada e
imposible, lunar y dramática, de una extraña y sofocante belleza.
Un escenario inigualable, una protagonista más en cientos de
películas
que ha contado con personalidades desde Sam Spiegel, Alec Guinnes y
Peter O'Toole para rodar “Lawrence de Arabia”, hasta Leone, David
Lean, Spielberg, Clint Eastwood, Antonio Banderas, pasando por
Claudia Cardinale, Raquel Welch o Penélope Cruz.
A
continuación, un mapa con la distribución de localizaciones de las
producciones cinematográficas
más conocidas.
Escrito
por: Raúl Useros Fernández
BIBLIOGRAFIA:
http://es.wikipedia.org/wiki/Cine_espa%C3%B1ol
http://blogs.terra.es/blogs/cine/archive/2011/03/03/espa-241-a-plat-243-de-cine-rodajesde-hollywood-en-suelo-patrio.aspx
Cine español en cien películas (2002), Miguel Ángel Barroso y
Fernando Gil Delgado
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